Jaque Mate o El rey ha muerto
Publicado por Cronopio Azul en 17:59 2 comentarios
Sin duda te sorprendió, como a todos, la noticia titular de todas las agencias noticieras. El rey del pop, Michael Jackson, sorpresivamente murió ayer a mitad del día por un ataque al corazón. Justo cuando las cosas apuntaban a que Michael volvería a cantar, y calmar las esperanzas de millones de fanáticos en todo el mundo, su vida fue truncada. Y de repente, todos saben y admiran al gran rey de reyes del pop. Como sucede siempre.
A mí la noticia me sacó muchísimo de onda. Personalmente no me gusta la música de Michael -bueno, el pop casi no me llama la atención-, sin embargo era algo sorpresivo el hecho. Uno se imaginaría que a Michael le quedaba mucho tiempo de vida. Era un excéntrico, sí, loco quizá, supuesto pederasta, pero nada apuntaba a que su vida terminaría tan temprano. Se le veía demacrado -tan demacrado como él mismo buscó ser-, pero no para que muriera.
El caso es que, como siempre sucede, estos días su fortuna aumentará exponencialmente. Sus discos se comprarán, se harán conciertos en su honor, homenajes, libros, películas, pequeños vídeos, sagradas consagraciones con la bandera del capitalismo oportunista. Siempre sucede. La vida y obra de alguien vale más cuando está muerto y sirven para homenajear a quien no podrá disfrutar de dicho honor. Suele pasar. No sólo con cantantes súper famosos o estrellas de cine, no sólo con polémicos personajes -a veces odiados por la multitud que luego muertos los aclama-, sino con casi todo ser humano que tuvo la dicha y la maldición de tratar con otro de su especie. La vida es así. Así está hecha por nosotros. Nuestros logros -nuestro simple logro de haber existido- no se recompensará, no se admirará ni se idolatrará como se merece -o como no se merece-hasta que no estemos sobre esta tierra. Porque nadie es profeta ni en su tierra ni en su tiempo.
Y el morbo, aunado con el consumismo, harán que cualquier empresario o mequetrefe oportunista se ponga a vender pines o banderitas.
Ayer la estrella del pop murió.
Lo que marcó el agosto de muchos, muchísimos pseudocomerciantes.
Y la agonía y enfermiza idolatría de miles de fanáticos en todo el mundo.
Uno no sabe lo que tiene, y menos lo que no tiene, hasta que lo ve fuera de su alcance. Perdido, pues.
Michael Joseph Jackson, merece por fin un descanso. No hay mejor consuelo que la muerte misma. En nombre de todas las personas que ni admiraban tu ser, ni admiraban tu música, ni tu estilo, te doy gracias por tu legado de caridad, y el más grande deseo de que descanses en paz, lejos del horrible estrés de la vida.
Crítica política...
Publicado por Cronopio Azul en 18:10 0 comentarios
Fernando Elizondo Barragán basa su campaña en quejas infantiles contra el actual gobierno y Rodrigo Medina, y alegorías que simplifican hasta la burla los problemas del estado. Sinceramente me parece contrastante el hecho de que, con toda la experiencia y madurez que presume tener -como slogan de su campaña- se escude y empeñe en ganar por medio de quitarle votos a la competencia con los jueguitos clásicos de ataques de niños: "Si votan por el otro, no van a... les quitarán... perderán esto o lo otro"; "El OTRO es un hipócrita y se contradice a sí mismo"; "Los OTROS mienten y roban". Nuevo León no necesita viejitos rabo verdes que sepan entrarle duro a la campaña ofensiva.
Rodrigo Medina... Es un excelente político, gran orador. Ha hecho una enorme cantidad de promesas y compromisos que "va a cumplir". Por eso mismo NUNCA votaría con él. Es tan político como todos, y el punto es que Nuevo León, México, no necesita más políticos ni más buenor oradores. México necesita líderes que enfrenten a los problemas junto a su gente, sin palabras bonitas, sino con acciones certeras. Rodri -y la mayoría de los candidatos priístas- son los clásicos regaladores de vasos, llaveros, calcomanías y despensas por debajo del agua, que buscan obtener preferencias de la gente poco letrada con humanizaciones de su persona y eventos "gratuitos" -previamente pagados con impuestos, impuestos, impuestos-. Un político como cualquiera.
En cuanto a Martha Zamarripa... Sonaré bastante misógino, pero la verdad es que es demasiado femenina para el puesto. Sus "propuestas" son las generadas por cualquier alumno de educación pública, cosas que parecen sencillas de hacer y que, hipotéticamente, beneficiarían a corto plazo y con resultados tangibles. Son medidas sencillas pero tan ambiguas como las de sus compañeros candidatos, y francamente irrisorias, al igual muchas de las de sus contrincantes, por su ausencia de bases reales. Y los votantes que busca son claramente mujeres feministas que se fijen en el color de su campaña -un lindo rosa con un precioso amarillo- y la ternura de la niña del PRD que todos en facebook odian. Aparte, le sigue a Ferni en el desprestigio que ya está bastante consumado para el PRI.
Mi conclusión: Los candidatos a gobernados son horribles. Pero bueno, afortunadamente yo no voto aún. Si así lo hiciera, le pensaría en abstenerme.
Los candidatos a presidentes municipales, diputados y regidores parecen más decentes. Pero es precisa y solamente porque no los conozco tanto.
Después de la bazofia política, lo que espero en realidad que nadie lea:
Hace unos momentos pensé en ti. En ustedes dos, tú y a quien quieres, a quien quieres de verdad y por sobre todo. Y me dije a mí mismo que sería genial si las cosas fueran más sencillas y ustedes pudieran ser felices juntos.
Por supuesto que no es la primera vez que lo pienso, pero es la primera vez que pasa sin que sea realmente hipócrita, o sinceramente hiriente. Siempre he deseado que seas feliz, aún a veces a costa de mi propia felicidad y en el fondo consolándome con el hecho de que ustedes no estarían juntos, de que no encontrarías jamás lo que buscas en ese humano, y que algún día estúpidamente lejos te darías cuenta de lo mucho que te he amado y lo que daría por ti, y te atreverías a probar y te darías cuenta de lo mucho que tendrías conmigo, al punto de no desear nada... de ser feliz, pues, conmigo.
Hace unos momentos fue diferente.
Como hoy las cosas cambiaron efímeramente de rumbo entre ustedes. Por un momento no deseaste nada más. ¡Lo sabes! Por un momento fuiste más feliz que nunca, aunque fuera de una forma superior y confusa para alguien exterior, para mí. Por un momento... y el amor que me hace egoísta, por un momento se esfumó -y sigue esfumado- y me alegre por ti, y pensé en lo genial que sería si pudieran estar juntos. Sin herirme... más bien con la naturalidad de pensar en "sería genial si Monterrey no fuera tan caluroso". Pensé en ti feliz con la persona que feliz te hace...
Quizá sea el hecho de que me sigues necesitando.
Efímero amor sin rumbo, ¿qué sería yo sin ti?
¿Qué serías tú, humano tan común como todos, sin mí?
¿Qué sería yo, humano tan común como todos, sin ti?
Sé que soy un mar de contradicciones y estupideces. Pero mira, sabes que como lo que era antes estaré dispuesto a callar las olas para escuchar tu voz y asentir a tus hermosas trivialidades.
Y de veras quiero ser como antes.
Por que sé que tú quieres que así sea.
Ya no necesito limpiar mi alma de ti.
Y eso, amigo, me hace muy feliz.
...y confesión espontánea.
La importancia de un bledo
Publicado por Cronopio Azul en 22:22 0 comentarios
Son las 10:22 p.m.
Estoy afuera de mi casa, sentado en una mecedora en un rincón oscuro, con mi laptop en el regazo.
Preguntándome por qué escribo esto si no sé qué escribir, si no sé qué hacer, por no saber qué siento y por qué rayos me esperanzo en esperanzarme de nuevo. No soy feliz... pero tú no importas, y eso me desconcierta, y hace que me importes y me de cuenta de que no me importas para importarme de nuevo, a pesar de estar aquí, a las 10:27 de la noche -ahora-, escribiéndote, como siempre desde que comencé; diciéndome a mí mismo que nada vale nada y tú eres la nada que vale mi todo, y que yo no soy nada y soy menos contigo por que contigo soy todo, y sigo siendo nada; cantando una melodía que no comprendo ya, y que nunca me había gustado hasta después de interpretarla; tratando de tratarte en mí sin poder sentir de nuevo lo que me condené no volver a sentir, intentando liberarme de este horrible mundo exterior, buscando mi casa, buscando construir sin materia alguna; escapando de esta esclavizante libertad que no me deja ser tuyo, que me condena a ser feliz y no volver a voltear a ti.
Estoy aquí, afuera de mi casa, en un rincón oscuro mientras un insecto pasa volando, al tiempo que veo cómo se materializan mis sentimientos en prosas absurdas que nunca han tenido sentido y que nunca lo tendrán, mientras pienso por qué no te pienso y por qué te pienso si ya no te pienso.
Enredándolo todo para no descubrir la verdad que a mí me he podido mantener oculta.
Queriendo sacar algo que no está dentro, rogando por poder apresar algo demasiado valioso para mí.
Imaginando que te amo...
Que volveré a ser feliz...
Y que eso será en tus brazos, de nuevo.
En tus malditos brazos.
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