Navidá

Aún ayer, que sabía perfectamente que hoy sería nochebuena, no me había dado cuenta. Este diciembre fue  especial en realidad, por restarle emoción a las mismas cosas decembrinas de siempre. Hasta ahora, cada año había sentido más o menos cierto entusiasmo por la Navidad, el hecho de decorar, dar, regalar y más que  nada el hecho de ver a la mayoría de mi familia reunida, como cada año. Fuera por lo que fuere esta vez no pasó lo mismo, y no es que me sienta el avaro Scrooge para quien estos días son sólo días perdidos de trabajo... Es simplemente que la emoción por ser solidario y reconciliarme por un día con la religión y la humanidad se desvanecieron esta vez, y aunque intente descubrirlas, nomás no. Realmente hasta hoy me di cuenta, o eso quiero pensar por esa extraña sensación en la mente de no estar en un día común, aunque en realidad espero que la emoción y la solidaridad que me llegan regresen sobre la marcha.

Sin embargo, soy plenamente consciente de que se termina la asignación de este año al calendario. Un gran año, realmente. Pasaron muchas cosas en poco tiempo. A veces todo lo que no se hizo ni se pensó en seis meses explota como una supernova luminosa que te deja ver tu propio espejo, y de repente tienes que procesar tu existencia en una semana, a marchas forzadas por ti mismo, por la inercia del big bang interno que se rehúsa a crear más agujeros negros.

Lo mejor, sin duda, es el hecho de poder llevar un espejo de bolsillo en cada rincón humano de este mundo, a tomar café, patear ratones o rellenar precariamente la ventana de Johari.

Yo sé, yo sé. Debería poner en orden mis pensamientos antes de escribir. Pero vamos, ¡es nochebuena!

1 comentarios:

Allez Alle dijo...

Una de las cosas que más he amado de toda mi vida, y que marcan algo especial para mi
Es cuando me leíste a Cortazar ^^
Instrucciones para llorar, justamente...
y bueno, nos toca otro año juntos :D
dos y medio más... y ya veremos
Chao!

P.D. see, soy una stalker owo xD

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